En el caso de Roma es difícil delimitar el campo de la joyería, ya que no solamente abarca los objetos de adorno personal. Otros enseres fabricados con metales y piedras preciosas se insertan en el mundo de la joyería como bandejas, espejos e incluso las monedas, tal y como veremos a continuación.
Joyería en el mundo romano
1. Una breve historia
Si queremos tener información sobre la joyería romana, nos tenemos que ir al siglo I d.C. y los yacimientos de Pompeya. A partir de los siglos II, III y IV, las Islas Británicas y las regiones de Algeria y Asia Menor nos ofrecen más restos. Además de la arqueología, obtenemos información de la pintura y la escultura.
Los romanos usaban muchos materiales, colores y piedras para elaborar impresionantes diseños que han inspirado la fabricación de joyas hoy en día. La mayoría de metales y gemas que usaron los romanos fueron obtenidos en el territorio mediterráneo, pero también de Persia y la India a través de importaciones.
2. Materiales
Los materiales más usados en la joyería antigua roma son:
El oro se extraía principalmente de los Balcanes, Austria, Hispania y Egipto, pero al principio de la civilización romana era un material muy apreciado por su poca cantidad. Mayoritariamente, se usaba para fabricar monedas. Pero conforme el imperio fue creciendo, la existencia de oro también aumentó y se empezaron a fabricar más joyas de este metal.
La plata también fue bien apreciada, aunque se cree que por su dificultad de conservación no es fácil hallar restos en la actualidad. Se extraía principlamente de Hispania, Sardinia y asia Menor.
¡A los romanos les encantaban las perlas! Las usaban para ocasiones elegantes como procesiones y fiestas, es decir, de estilo de “ropa de noche”. La demanda de perlas era muy alta y tenían toda una “industria” para su explotación, desde su recolección hasta su venta. Los artesanos dedicados a la exclusividad de su trabajo se llamaban los margaritarii
Ámbar
A los romanos les encantaba el ámbar y pusieron mucho esfuerzo para obtener ámbar báltico a través de una ruta desde la ciudad polaca de Gdansk hasta los pueblos de todo el imperio romano. Además, los romanos creían que esta piedra curaba enfermedades, ¡probablemente por eso les gustaba tanto!
Vidrio
Aprovechando los suministros de arena de Israel, los romanos desarrollaron muchas técnicas de fabricación de vidrio. Una gran parte del vidrio se convirtió en joyería y, recientemente, ha sido excavado y convertido en plata esterlina para una exhibición moderna de joyería romana antigua.
3. Joyería masculina
En la Roma Antigua, no era raro que los hombres usaran anillos, pulseras, collares y torques. La joya que más llevaban era el anillo, que reflejaba la clase social y el nivel económico del portador. A menudo usaban anillos con gemas grabadas. Posteriormente, se usaron para sellar el rango o el escudo de la familia en la cera. Así es como nacieron los “anillos de sello”. Hay un dato curioso sobre los torques: en el año 361 a.C., el dictador romano Titus Manlius se enfrentó a un galo en una pelea, asesinándolo. Luego, Titus robó su torque y lo usó. A partir de entonces, los soldados recibían torques si hacían algo valiente durante la batalla.
4. Joyería femenina
Las mujeres romanas usaban más joyas que los hombres. Solían llevar joyas de artesanos romanos, pero también provenientes de intercambios con otras ciudades y ventas, juntando todas las joyas al mismo tiempo:
Anillos: generalmente más de uno
Pendientes: aros o barras con objetos colgando como gotas o lágrimas. También había influencia egipcia, por lo que se veían pendientes de animales y humanos.
Brazaletes: eran populares los de motivos de animales, nudos de Hércules y piedras preciosas incrustadas en discos.
Collares: a menudo estilo gargantilla y a menudo decorados con piedras preciosas
Monedas: empleados como colgantes, pendientes, fibulas y más, marcando el estatus social de la portadora.
Diademas: hechas de oro, con motivos florares y técnicas de grabado.
Horquillas: de piedras preciosas, oro, plata o bronce. Un dato curioso es que la joyería se consideraba como propiedad de las mujeres y podían mantener las joyas separadas de la riqueza de sus esposos y usarlas como quisieran, ya fuera comprar, vender o regalar las joyas.
La joyería romana no destacó tanto en el mundo antiguo ya que estaba influenciada por otros países como Egipto. A pesar de esto, los romanos apreciaban mucho su joyería y todo lo relacionado con el oficio. Algunos orfebres romanos llegaron a la fama y sus productos tuvieron gran importancia en la historia de Roma.