Felicitar a priori a las madres en general, es fácil. Hacerlo en concreto a la tuya deja de ser tan sencillo porque se carga de un mayor contenido emocional. Cierra los ojos. Piensa en ella. Estoy segura de que lo que has sentido es totalmente diferente a lo que yo he sentido o a lo que sentiría cualquiera de tus amigas si le pidieras que lo hicieran.
Y es que, como dice el refrán: madre no hay más que una. Hay tantos estilos de madres como mujeres en la sociedad, pero todas comparten su entrega a ti, su amor incondicional y sus deseos de hacerlo lo mejor que pueden y saben.
Una vez mi madre me confesó que desde que me vio había sentido un vínculo tan fuerte que no sabría describir. Una unión que generó en ella el deseo de esforzarse al máximo y hacerlo todo bien. Pero hacerlo todo perfecto y contentar siempre a todo el mundo, o incluso a tu propia hija, es imposible. Las madres no son máquinas que estén a nuestra disposición. Tampoco son unos simples títeres que deban de moverse siempre a nuestro ritmo.
Las madres son fiesteras en la noche, trabajadoras, amantes del buen vino con sus amigas. Son divertidas, apasionadas, valientes, sensibles, sexys. Las madres no son solo madres, y eso es lo fascinante. Son capaces de entregarse a nosotros y darnos todo lo que pueden y más; guiándonos y viéndonos crecer. Siempre estando allí aún cuando no lo parece, o tú crees no necesitarla. Son ellas y una parte de nosotras.
Hoy, desde el equipo Lavani, vamos a felicitar a las madres de nuestras lectoras y seguidoras pero también a las nuestras por ser, estar y hacernos sentir. Para ellas hemos creado la tarjeta-felicitación que podéis ver y descargar aquí abajo.
Feliz día de la madre.
