Que levante la mano quien esté deseando las cervecitas al sol, el terraceo, disfrutar de un bañito en la playa o tumbarse horas y horas al sol hasta conseguir ese moreno que tanto echamos de menos.
Está claro que este es nuestro caso, y además este verano queremos disfrutarlo tal y como se merece: por todo lo alto. Pero no por ello tenemos que olvidarnos de cosas tan importantes y sencillas como mantener el cuidado de nuestras joyas, que realizado de forma más o menos asidua las mantendrá perfectas para que duren muchos veranos más. Aunque su cuidado no varía mucho con respecto al resto del año, queremos que tengáis en cuenta pequeños detalles que quizás os salven de algún problema.
¿Empezamos?
El calor del verano
En verano hace calor, es un hecho. Pero, también es cierto que, dependiendo de la región en la que vivamos, las temperaturas pueden llegar a ser muy elevadas. Si este es nuestro caso, tenemos que fijarnos en dónde almacenamos nuestras joyas: hay que evitar lugares que atraigan el calor y estén expuestos al sol, porque la acumulación de temperatura sobre ellos, puede hacer que nuestras joyas se deformen. Siempre es mejor mantenerlas en un lugar con temperatura constante.
Una de cal y otra de arena
Si te gusta ir a la playa con tus múltiples collares, lucir tu tobillera favorita y no quitarte esos pendientes, no tienes por qué no hacerlo. Pero sí tienes que tener cuidado. En la playa, a menos que vayas siempre a playas de roca, la arena puede suponer un problema si no vamos con cuidado. A veces, ocurre que granitos de arena se introducen en los mosquetones de los collares y no nos damos cuenta. Es importante que nos fijemos, y que al llegar a casa limpiemos las joyas para quitar estos granitos y no se acumulen, porque pueden desgastar tanto la cadena como la piedra.
Las olas del mar
Está claro que queremos divertirnos, bañarnos en el mar y pasar horas encima de una colchoneta relajándonos. Y queremos hacerlo luciendo nuestras joyas. Sin embargo, antes de nada tienes que saber unas cuántas cosas acerca del agua salada, porque aunque no produce grandes daños (no estamos días y días dentro del agua, así que no hay que asustarse), su aspereza puede dejar huella en nuestras joyas. Esto se debe a que las olas del mar funcionan a modo de papel de lija para nuestras joyas, desgastándolas muy poco a poco y deslustrándolas. Suele ocurrir sobre todo con piedras porosas. Es mejor que no las mojes en agua salada de forma habitual.
Humedad y sudor… ¡qué horror!
A nadie le gusta sentir la humedad que hace en lugares como Valencia (aunque la adoremos a pesar de todo), y mucho menos empezar a sudar cuando estamos andando por la calle, así que a nuestras joyas les pasa lo mismo, sobre todo si son de plata. Normalmente, esto no les va a afectar gravemente, pero si las utilizamos durante todo el día y todos los días hará que aumente la posibilidad de tener adheridas pequeñas partículas dañinas. Por esto, una vez llegues a casa y después de limpiarlas con cuidado, debes guardarlas en un lugar seco.
El baño de oro
Aunque este no es un tip en sí de cuidado de joyas, te puede salvar muchas de ellas. A la hora de elegir joyas todoterreno para verano, de esas que te pones y no te quitas para nada, debes prestar atención al grosor del baño de oro. Te recomendamos el mayor grosor posible, para que sufran el menor daño posible. En Lavani puedes encontrar la colección L'Essentiel, una colección de cadenas ideales para el verano gracias a su grueso baño de oro.
Ahora que ya sabes un poco más acerca de cómo hacer que tus joyas se mantengan perfectísimas durante la mejor época del año, ¡solo tienes que preocuparte de vivir!
Si todavía no sabes cuáles lucir este año pero sabes que quieres ir guapa, original y muy muy veraniega, echa un vistazo a nuestra colección Mermaid y combínala con la colección Essentiel, ideales para estos maravillosos meses.