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7 consejos para limpiar tus joyas con perlas

Las perlas y su brillo natural blanco nácar son uno de los símbolos de la joyería.

Descubre cómo cuidar, conservar y limpiar las joyas con perlas para que te duren el mayor tiempo posible.

Seguro que en tu casa tienes más de una joya con perlas, pues las perlas son símbolo de elegancia, sofisticación y amor, ya que te vamos asegurando que alguna vez en tu vida te regalarán una joya con perlas.

Nácar perla blanco en detalle

Sin embargo, seguro que has visto mil joyas con perlas, pero nunca te han enseñado cómo cuidarlas. Y es que las perlas, suelen pasar de generación en generación y aunque no te lo creas se estropean con el tiempo.

¿Quieres conocer los 7 consejos definitivo para conservar el nácar de las perlas?

 

Empezamos con los consejos para mantener tus perlas nuevas:

 

1. Mantén las joyas con perlas alejadas de productos químicos

Aléjalas de cualquier producto químico, sobre todo de la lejía y el amoníaco (esto también se aplica a tus manos). Aunque las perlas estén amarillentas, no debes limpiar las perlas amarillentas con químicos ya que estos pueden estropear el nácar de la perla. ¡Ojo! Tampoco las acerques a alcohol, que está presente en perfumes y muchos otros cosméticos, te lo contamos en el siguiente consejo.

Perlas amarillentas

 

2. No eches perfumes o cremas a las perlas

Utiliza perfumes, cremas de cuerpo y cosméticos sólo para tu piel (y espera a que se sequen), pero no para tus joyas: son sus enemigos y pueden provocar reacciones químicas que las dañe. Tanto en joyas con perlas como en joyas plata o dorado, aunque sean de muy buena calidad, lo mejor para que te dure toda la vida es alejarlas de los cosméticos.

 

3. Guarda las joyas con perlas individualmente

Apártalas de cualquier otro objeto o joya. No les gusta el contacto, ya que el simple roce las puede rallar. Por lo tanto, guarda las joyas en una bolsita de algún material suave como el terciopelo o el algodón, o en algún compartimento separado dentro de tu joyero. Pero... ¡Ojo! Nunca en bolsitas de plástico, porque pueden contener sustancias químicas que las dañen. Si no tienes bolsitas de terciopelo o algodón, puedes utilizar una gamuza de gafas (que esté bien limpia) para envolver tus joyas con perlas en ella y guardarlas ya separadas en tu joyero.

Pendientes de aros adecuadamente guardados

4. Mantén las perlas a temperatura constante

Mantén las perlas siempre a temperatura constante. Evita acercarlas a lugares donde los cambios de temperatura sean muy grandes. Cuando llega el verano, por ejemplo, trata de apartar tu joyero de la luz directa del sol que entra por la ventana, puesto que esos grados de más podrían dañarla. También deberás llevar cuidado cuando te estés arreglando y utilizando plancha del pelo o tenacillas. ¡Mejor ponte tus joyas con perlas cuando ya estés 100% lista!

Pendientes de perlas expuestos al sol

5. No utilices joyas con perlas cuando hagas ejercicio

Por mucho que quieras estar guapa haciendo running o yendo al gym, resérvalas para una ocasión en la que el sudor o pueda hacerles perder su brillo natural. El sudor muchas veces tiene un PH que puede ser dañino para tus joyas con perlas.Además, te arriesgas a que se te caigan con un movimiento brusco o de un enganchón si haces deportes de contacto. ¡Estamos más seguras si las joyas con perlas se quedan en el joyero al hacer deporte!

 

6. Quítate las joyas con perlas en la ducha

Por último… ellas no necesitan ducharse para sobrevivir, ni ir a la piscina para aguantar el calor de verano, así que guarda las joyas con perlas cuando te duches. El agua de la ducha puede llegar a estar demasiado caliente o demasiado fría y, como hemos comentado, a tus perlas no les gustan esos cambios de temperatura.

 

7. Limpiar perlas naturales

Necesitarás para limpiar y blanquear las perlas naturales:

  • Agua
  • Un paño suave

Los elementos para limpiar las perlas son sencillos y los tenéis siempre en casa, así que no hay excusa para no limpiarlas y cuidarlas como merecen.

  • Aunque no necesiten ducharse, necesitan que las humedezcamos para que no sufran deshidratación. Las perlas provienen de las ostras, por lo que se encuentran originariamente en el mar, y necesitan agua que revive el nácar originario y el color blanco de las perlas. Así que después de unos cuantos usos, coge tu joya con perlas como por ejemplo un collar de nácar y con el paño suave (y limpio), mójalo ligeramente (no te pases) y límpialas una por una.
  • Si sólo las utilizamos puntualmente, tendremos que limpiarlas de forma periódica, con jabón neutro y un secado inmediato (y profundo) para poderlas meter después en su bolsita de terciopelo o algodón.

 

Ahora que ya sabéis cómo se deben limpiar vuestras joyas con perlas, ¡manos a la obra! Os dejamos aquí abajo las joyas con perlas más destacadas de LAVANI con las que podéis poner en práctica estos consejos.

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